'Cuidado con lo que haceis'

Babel es una de esas películas que no suelen dejar indiferente a nadie, los comentarios, aunque suelen ser positivos, son en ocasiones muy dispares.

Babel es una de esas películas que no suelen dejar indiferente a nadie, los comentarios, aunque suelen ser positivos, son en ocasiones muy dispares. La película que nos brinda Iñárritu es la culminación de una trilogía qué él no buscaba pero en la que ha caído sin remedio, por ello Babel está completamente marcada por Amores Perros y 21 Gramos. De principio a fin el espectador buscará comparar estas tres obras y juzgarlas en consecuencia, pero caerá en un error insalvable... no se pueden comparar dos vidas, porque en los tres filmes se nos habla nada más y nada menos que da la vida de diferentes personas.
Babel redunda en una expresión genial del llamado efecto mariposa: una mariposa bate las alas en París y un ciclón arrasa las costas del Pacífico. No existe ninguna relación entre un acto tan trivial y otro tan trascendente ¿o si? ¿como podemos conocer todas las consecuencias de nuestros actos? ¿hasta donde pueden llegar los efectos de nuestras acciones? Babel nos narra como los Estados Unidos, Méjico, Marruecos y Japón pueden estar íntimamente ligados por los sucesos más intrascendentes y nimios que ocurren en la última avenida del fin del mundo. No estamos hablando de actos terribles, que tengan una enorme relevancia por si mismos , estamos hablando de la vida diaria. Como diría Fito "¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies". Y es que nada de lo que ocurre aisladamente en Babel escapa a la trivialidad, pero cuando la casualidad tira los dados pueden llegar a mezclarse las situaciones más inverosímiles en un suspiro.
En Babel no hay lugar al misticismo ni a la suposición. Simplemente se nos narra con toda la crudeza los hechos que cambian la vida a personas separadas por miles de kilómetros pero que inevitablemente confluyen en el caos y la desgracia. La descarnadora realidad que se plasma en la película nos absorbe y nos obliga a sentirnos inseguros, débiles, sencillos y perdidos, con ganas de escapar, pues no sabemos qué nos deparará la casualidad a nosotros. Babel es sin duda una síntesis del sufrimiento más humano que llega a quienes menos se lo esperan de la forma más extraña pero a la vez más sencilla.
Si hablamos de los actores no podemos colocar ni una pega. La estrella de la película por su renombre es Brad Pitt y desde luego que da la talla. Escapando del papel de guapo que el público suele encasillarle, Pitt hace un gran papel dentro de la trama de Babel, haciendo de esposo de Cate Blanchett que también hace un discreto pero imprescindible papel. Gael García Bernal como siempre está genial y aunque no tenga un papel protagonista deja el listón de nuevo muy alto. Por otra parte, la hasta ahora desconocida Rinko Kikuchi hace una soberbia interpretación de una joven sordomuda en plena crisis de adolescencia. Todos los protagonistas y secundarios consiguen hacer que de Babel manen a borbotones sentimientos: rabia, desconcierto, ansiedad y sobre todo dolor.
Con una muy buena banda sonora y una ambientación, fotografía y sobre todo montaje y secuencias temporales muy bien ligadas (marca de la casa) Babel se convierte en el culmen de la magistral obra realizada hasta ahora por Iñárritu, y nos vuelve a dejar un severo malestar cuando termina la película, dejando quizá algún cabo suelto (puede que para darle al espectador la oportunidad de tejer su propio Babel) y nos enseña que nuestros actos, por muy intrascendentes que nos parezcan, pueden redundar en consecuencias catastróficas en la otra punta del mundo.
8/10

Heku

18/01/2007

Valoración

8.00

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