'Obra maestra contemporánea'

La historia nos sumerge en el año 73, un año muy movido para el rock. Y lo hace pasando por todos los grandes, desde Neil Young, Lou Reed, los inmemoriales Led Zeppelin hasta Black Sabath.

La historia nos sumerge en el año 73, un año muy movido para el rock. Y lo hace pasando por todos los grandes, desde Neil Young, Lou Reed, los inmemoriales Led Zeppelin hasta Black Sabath. Y todo esto la cámara de Crowe sabe mirarlo con respeto y homenaje, pero sin hacer concesiones, es decir, tal y como era. Y todo ello magníficamente rodado sin caer en los estereotipos videocliperos que inundan cada vez más las películas con contenido musical. Es de agradecer que un documental de una época con tantas posibilidades como esta haya caído en buenas manos.
Pero la película no se queda en el mero retrato de una época, sino que lo hace también de un estilo de vida. Y es ahí donde reside su magnificencia. Y es que esta película habla de relaciones humanas, del rock como forma de vida, de como sobrevivir en esa época sin ser comido por ella.
Para ello Crowe nos relata la historia de un joven periodista de 15 años que, como si de un viaje iniciático se tratara, se va de gira con el grupo "Stillwater". A partir de ahí nos muestra un abanico de personajes muy ricos en matices, ya sean principales o secundarios. Y es de alabar que no caiga en estereotipos, cosa muy fácil cuando se trata de un retrato de un estilo de vida. En este sentido Crowe sabe dotar a sus personajes de un carisma y de una fuerza que deja como personajes planos a todos los raperos de "8 Millas" por poner un ejemplo actual. Y es que estamos sin duda ante un guión impecable con unas reflexiones, que no son en plan filosófico profundo (cosa que no encajaría con el estilo de la película) pero que dicen verdades como puños.
¿Pero qué sería de todo esto sin unas interpretaciones a la altura? Una buena idea fallida supongo. Pero, tranquilos, esto no se da en este caso. La película esta plagada de buenas interpretaciones, destacando, por supuesto, a una luminosa Kate Hudson. Empezaré diciendo que el trabajo de Kate Hudson es merecedor del oscar que no ganó y que sabe expresar magníficamente todas las sensaciones, expresiones y matices que dota el guión a su personaje con una interpretación honesta y autentica. Es una pena que últimamente se incline hacia proyectos de nula calidad. Pero es que además todo ello esta respaldado por un plantel de secundarios de autentico lujo, donde nombres consagrados como Francés McDormand o Philip Seymour Hoffman aparecen en el mismo tamaño que los de Patrick Fugit, Billy Crudup o Jason Lee por citar tan solo a algunos. Realmente impecable es el trabajo actoral en esta película.
Claro que punto y aparte merece la impresionante banda sonora, sería muy inocente por mi parte tener que recomendárosla al mostraos los grupos que se dan cita en esta película anteriormente.
Por eso cuando uno ve esta película tiene la sensación de que Cameron Crowe ha dado totalmente en el clavo, que ha sabido encontrar perfectamente el equilibrio. Así, la película es entrañable, con una sensación de melancolía, pero a la vez alegre. Es crítica, pero sin caer en la crítica demasiado acida. Es intimista y a la vez abierta a cualquier tipo de público. Y esto es mucho más de lo que se puede decir de las películas vacías que acostumbran a poblar la cartelera en los últimos años.
En fin, una obra maestra contemporánea que sabe retratar una época y un estilo de vida a la perfección, en un terreno muy propenso a los clichés y del que sale totalmente victorioso.

HackLechu

07/07/2003

Valoración

10.00

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