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Dueños de la Calle

'Cine negro'

Los Dueños de la Calle es, ante todo, otra película del actual cine negro. Eso quiere decir que no aporta demasiado al panorama, pero también que se asegura algunas virtudes.


Estreno en España: 25 de Abril de 2008
Nota IMDB: 7,4/10 (3877 votos)

CRÍTICA
Los Dueños de la Calle es, ante todo, otra película del actual cine negro. Eso quiere decir que no aporta demasiado al panorama, pero también que se asegura algunas virtudes. Podemos contar, pues, con la atmósfera oscura, la violencia y los personajes turbios. Y tiene, incluso, un interesante idea alrededor de la cual fluye la historia. Al fin y al cabo, el filme está basado en una novela de James Ellroy (sí, el autor de L.A. Confidential... y sí, el de La Dalia Negra).
Sin embargo, es una película algo mediocre. Al empezar, hay un intento extraño de modernización, que lleva, por ejemplo, a usar unas poco comprensibles cámaras lentas en el primer tiroteo que aparece. Eso da como resultado la imagen de un Keanu Reeves algo chucknorriesco, lo que al espectador que le echaba de menos desde Matrix puede provocarle una vaga noción de nostalgia, pero que en realidad no es un logro. Afortunadamente, éste tipo de cosas terminan pronto, o se hacen menos evidentes, y dejan de molestar.
Entonces es cuando aparece el otro problema del filme.
Los Dueños de la Calle es, seguramente, una de las películas más predecibles que se hayan rodado. Incluso aceptando que uno puede estar más o menos inspirado a la hora de la proyección, y que hay personas que dicen saber el desenlace de El Sexto Sentido desde el minuto diecisiete, no es posible que la sensación que tuve yo, como espectador, fuera producto de un momento de intuición excepcional. El guión es previsible en cada momento. Uno sabe qué sucederá a cada escena, quiénes son los malos y quiénes los buenos, quiénes van a morir y cuando, y, por supuesto, más o menos en qué se quedará el desenlace. Aún así, por supuesto, se mantiene el relativo placer de ir viendo cómo ocurre aquello que está anunciado, y disfrutar de las situaciones y los personajes.

(Más imágenes en su galería)
Hay, en Los Dueños de la Calle, una oscuridad que es una de sus principales bazas. Empezando por el personaje protagonista, un policía torturado de principios poco rectos, y continuando en la atmósfera de traiciones y corrupción. Una oscuridad que, sin ser extraordinaria, ofrece a algunos de los actores un cierto lucimiento. Así, tenemos, sobretodo, a Forest Whitaker, un actor absolutamente excesivo, que cuando más se lo permite el papel más sobreactua, pero que, a pesar de ello, ofrece una interpretación que es un auténtico placer, hasta el punto de que sus diálogos (más bien monólogos) son lo mejor de la película y, a mi parecer, pueden justificar, en cierta medida, su visionado. También merece una especial atención Hugh Laurie, aunque solo sea por su habilidad de quitarse de encima el personaje de House (aunque al principio vaya a parecer que no) y ofrecernos una competente interpretación de un personaje secundario que resulta, como todo en la película, eficaz pero no excelente.
En resumen: Los Dueños de la Calle es cine negro. Por su argumento y su atmósfera. Por sus personajes. Aquellos que deseen a toda costa adentrarse de nuevo en una historia de policías y ladrones, de moral dudosa, de lucha entre la justicia y la corrupción, el orden y la traición, tienen aquí una propuesta que cumple con los requisitos. Pero que no esperen encontrarse ninguna genialidad. Ni una escena para el recuerdo (momentos de Whitaker aparte) ni una emoción demasiado nítida que guardarse al salir de la sala.
Para todos los demás, hay otras y mejores películas esperándoles en los cines.

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Aleix Ortuño

22/04/2008

Valoración

4.00

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