Portada>Críticas>El Curioso Caso de Benjamin Button

#Crítica

El Curioso Caso de Benjamin Button

'¡Qué bello es vivir!'

Lo reconozco. He dejado pasar un día para poder asimilar todo lo que me ofrecieron los 159 minutos de El curioso caso de Benjamín Button.


Estreno en España: 6 de Febrero de 2009
CRÍTICA
¡Qué bello es vivir! (5/5)
Lo reconozco. He dejado pasar un día para poder asimilar todo lo que me ofrecieron los 159 minutos de El curioso caso de Benjamín Button. El bloqueo interior que me dejó había que digerirlo para pararse a pensar con tranquilidad en lo que acababa de ver, porque una de las (muchas) virtudes que tiene esta película es su hipnotismo. Te atrapa por completo y no te suelta. Solo cuando ves aparecer los créditos te das cuenta de que llevas más de dos horas y media sin pestañear. Tan solo te deja un momento, un segundo de respiro, un instante de oscuridad en la pantalla antes de mostrar que la película ha terminado.
La primera hora de hecho es una auténtica obra de arte. La mejor hora de cine de lo que llevamos de siglo, y si se me apura, me atrevería a decir que una de las mejores horas de toda la historia del cine. Te sumerge en una especie de sueño, en un cuento fascinante que te atrapa por completo apoyado en una escenografía sublime y una fotografía digital que solo chirría un poco en las escenas marítimas. Pasada esta primera hora mágica no es que la historia pierda fuerza, la historia evoluciona perfectamente mostrando nuevos personajes que en un principio parecen meros elementos que pasan por la trama pero que sin embargo consiguen sorprender y emocionar en la totalidad del cuadro. Habrá quien diga que abusa en ciertas fases de sensiblería y puede que sea cierto en parte pero que alguien me diga si la ternura de la parte final del film no era necesaria para rematar esta inmensa película. En los pocos segundos de respiro que te deja de repente me asaltó un temor, que el desenlace no estuviera a la altura, que se buscara un final efectista que rebajara el nivel de lo que estaba viendo. Por suerte me equivoqué, la historia tiene el final que se merece.

(Más imágenes en su galería)
Aparte de estos apartados la película no sería tan cautivadora si no fuera principalmente por dos nombres propios, David y Eric, Fincher y Roth. El primero yo creo que ya no sorprende a nadie. Aunque no se había acercado a este tipo de cine ciertamente había demostrado su gran manejo detrás de las cámaras, desde que irrumpió arrollando con Se7en pasando por su película de culto El club de la lucha y llegando tan solo hace un año con la sobria Zodiac. El año pasado los grandes premios ningunearon su trabajo, pero esta vez no van a poder rendirse ante lo evidente, es uno de los directores más interesantes de su generación. Por otro lado se halla Eric Roth, guionista galardonado por Forrest Gump y que en algunas fases de la película es inevitable relacionar ambas historias. Tienen suficientes similitudes para compararlas pero a la vez suficientes diferencias para darse cuenta que son dos historias muy distintas.
Así que tenemos una fotografía sensacional, una dirección artística impecable, una dirección perfecta y un guión excelente, pero todo esto no sería destacable si no fuera acompañado por un reparto a la altura, un elenco donde brillan del primero al último todos los personajes que pasan por la pantalla. Desde el personaje pequeño de Julia Ormond al fugaz de Tilda Swinton, desde el redimido personaje de Jason Flemyng hasta la esforzada madre Taraji P. Henson, y evidentemente, hasta la pareja protagonista. Cate Blanchett como viene siendo habitual resuelve su parte con la solvencia a la que nos tiene acostumbrados y da justa réplica y química a Brad Pitt.
En este punto creo que es justo hacer un aparte para hablar del trabajo de Pitt. Su personaje, al igual que le ocurría a Bardem en Mar adentro, recae en buena parte del metraje en el maquillaje, pero lo que es fascinante es como su actuación sale por encima de la máscara. La colección de miradas y gestos de su etapa anciana ralla a grandísimo nivel ya que de hecho es la parte donde su personaje lleva la parte más dramática. Estamos sin duda ante el mejor trabajo del actor y no sería extraño verle recibir un premio de los denominados gordos.
Por si todo esto fuera poco, la banda sonora que nos regala Alexandre Desplat acompaña perfectamente cada fotograma, realzando sobre todo las partes más emotivas. En definitiva, la mires por donde la mires todo funciona como piezas de un reloj. Un mecanismo perfecto donde todas las piezas ensamblan perfectamente. Un reloj que retrocede en el tiempo. Me gustaría poder ponerle algún pero a esta película, pero ciertamente no se me ocurre nada a objetar. Recojo la cita de Mark Twain que inspiró esta historia: "La vida sería infinitamente más alegre si pudiéramos nacer con 80 años y nos acercáramos gradualmente a los 18".
Después de ver esta obra de arte no lo tengo tan claro.
Sin duda alguna, la mejor película de esta década. Un clásico instantáneo.

user avatar

Evelio Barbero

22/01/2009

Valoración

10.00

#Más críticas de 'El Curioso Caso de Benjamin Button'

#Ficha