'De lo mejor de los 90'

Muchas veces he comentado que uno de los defectos del cine de Shyamalan era la falsa expectativa creada alrededor de todas sus películas. La película que originó la creencia generalizada de que el director indio era un realizador de películas de terror fue “El Sexto Sentido”

“En ocasiones veo muertos”
Muchas veces he comentado que uno de los defectos del cine de Shyamalan era la falsa expectativa creada alrededor de todas sus películas. La película que originó la creencia generalizada de que el director indio era un realizador de películas de terror fue “El Sexto Sentido”. El título suena más bien a un drama psicológico que a una película de suspense, pero llena de momentos que inquietan a más de un espectador en su butaca o sillón, de apariciones de espectros que impresionan. No es la abundancia de fantasmas lo que nos llega a asustar, sino su posible apariencia detrás de una esquina, su siniestro comportamiento y la relación que éstos mantienen con el personaje principal. Claro, cualquiera pensaría que todo esto son ingredientes perfectos para una película de terror, pero Shyamalan no abusa de susto fácil y gratuito, sino que lo orquesta todo alrededor de un guión muy completo, absorbente, perfectamente planificado en cualquier detalle, ejecutado de manera excelente y cuando contemplas el resultado final, quedas extasiado por la facilidad en la que has sido manipulado y vas pensando y encajando pieza a pieza, resultando de nuevo sorprendido por un elemento insospechado, una parte del guión que creías que sólo era complementaria y que en realidad es el centro de toda la historia.
Para el funcionamiento adecuado de esta historia, hay que contar con actores capaces de dar veracidad y credibilidad a sus personajes. Es un acierto la elección de Haley Joel Osment para el personaje principal, Cole, un niño frágil, de mirada inquietante y que guarda un sobrecogedor secreto. Osment interpretó este papel con 10 años, pero atesorando una tremenda calidad interpretativa en cada escena que aparece, literalmente se “come” la pantalla en cada intervención suya y consigue que el espectador se intrigue con su personaje desde el primer momento, sus gestos y miradas resultan decisivos en la definición de su personaje. A su lado, Bruce Willis interpreta a un psicólogo infantil que trata de ayudar a Cole en sus problemas y temores. Es algo sorpresivo su interpretación, ya que siempre se ha movido en películas de un estilo más de acción, pero a medida que avanza la película te das cuenta de lo adecuado de su elección, ya que Willis consigue darle a su personaje un grado de aparente normalidad muy creíble, que resulta algo clave en el desarrollo de la película. Tampoco podemos olvidar la interpretación de Toni Collette como la intranquila madre de Cole, una mujer que no consigue comprender todo lo que sucede a su alrededor y que siente un gran amor por su hijo, a pesar de las dificultades y sus propios temores.
Hay muchos factores que influyen en el adecuado desarrollo de este tipo de películas y uno de los más importantes es su música. James Newton Howard consigue crear una atmósfera musical tenebrosa en muchas ocasiones, siendo de especial incidencia en los momentos o diálogos de mayor tensión, pero lo más decisivo, lo que hace especial esta película es la dirección de Shyamalan, ofreciendo planos intensos con una increíble tranquilidad, colocando la cámara en el lugar adecuado y lo más importante, saber manejar no sólo a los actores sino las situaciones, para que todo funcione acorde con el guión.
No fueron sorpresivas sus varias candidaturas a los Oscar o los diversos premios que obtuvo, “El Sexto Sentido” es una de las películas más importantes de los años 90 y aún, como en mi caso, después de volver a verla después de varios años, me sigue produciendo cierta inquietud.

morneo

02/04/2005

Valoración

8.00

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