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En la Cuerda Floja (2005)

'Envoltorio bonito pero...'

En Hollywood gustan las películas de autosuperación. Esas que nos cuentan cómo el Ave Fénix renace de sus cenizas, cómo cualquiera puede levantarse tras caer, cómo una vida perdida se puede salvar


Estreno en España: 3 de Febrero de 2006
Nota I.M.D.B.: 8/10 (9979 votos)
CRÍTICA
En Hollywood gustan las películas de autosuperación. Esas que nos cuentan cómo el Ave Fénix renace de sus cenizas, cómo cualquiera puede levantarse tras caer, cómo una vida perdida se puede salvar. Y si gustan ya de por sí, cuando el objeto de las mismas es una figura pública, un artista de renombre, entonces ya es un éxtasis completo, algo que merece todas las alabanzas y los premios.
Y es así cómo llega a las pantallas españolas En la cuerda floja (Walk The Line), una película que en nuestras fronteras tiene regusto a telefilm de sobremesa y que si no llega a ser por los Globos de Oro y las nominaciones a los Oscar seguramente pasaría desapercibida en la taquilla; tal y como sucediese con Ray el año pasado, siendo esta una comparación inevitable, pues la cinta que nos ocupa es el Ray de la temporada, ya que nos narra la vida de uno de los cantantes más famosos de la historia estadounidense: Johnny Cash.

En la cuerda floja centra su historia en los comienzos de la carrera del citado Cash, colocando como punto culminante la actuación del mismo en la Prisión de San Quintín (show que se grabó en directo y fue uno de los mayores éxitos discográficos de su tiempo). Tras una apertura en la que se nos deja ver cómo fue la infancia del cantante, donde ya adoraba la música, y en la que descubrimos que perdió a un muy querido hermano en un accidente (así como sus malas relaciones con su padre, que no le apreciaba demasiado) y su juventud, que pasó como militar en Alemania y en la que comenzó a componer y cantar; el film nos coloca en el mismo punto en que Cash decide que la música es más que una afición. Así monta con dos amigos suyos una banda que tras una peliculera audición obtiene una oportunidad en el mundo del disco. Poco a poco, Johnny Cash & The Tennessee Two se convierten en estrellas, y de este modo comenzaron las giras, que compartieron con otros artistas conocidos, desde Jerry Lee Lewis hasta Elvis Presley pasando por June Carter. Y es June precisamente la que roba el corazón a un Johnny casado y padre de familia. June, esa cantante cuya carrera él siempre ha seguido. Sin embargo, y como no podía ser de otro modo, la relación entre Johnny y June es imposible y así, entre tiras y aflojas, él entra en un círculo de autodestrucción donde no podrían faltar el sexo, las drogas y el rock’n’roll; metiéndose en un agujero cada vez más profundo del que sólo podrá salir cuando June se enfrente a sus sentimientos y se dé cuenta de que sólo su amor puede salvarle.
De este modo, la película huye de los años más populares de la carrera del famoso cantante, y se centra en este oscuro episodio de su vida, desconocido para muchos y sin duda interesante y fundamental para entender y/o apreciar lo que vino después (una vida entera unida a June). La pena es que no se moje, y que todo lo que nos cuente tenga aroma a descafeinado. En la cuerda floja es una película que se queda en la superficie, que quiere agradar a todos, que quiere ser para todos los públicos (cosa que nos dice mucho de su futuro... en la sobremesa) y que mima tanto a sus personajes que no nos llegamos a creer que sean “pecadores” (y si lo son es porque son víctimas de las más variadas vicisitudes). Y el responsable de todo esto es su director, James Mangold, padre de cintas muy similares en cuerpo y alma (siendo Inocencia Interrumpida el caso más conocido) y que parece querer cubrir los vacíos de sus historias con grandes interpretaciones sin darse cuenta de que una película, para ser buena, necesita de ambas cosas.

Porque si de algo no se puede quejar el espectador al ver En la cuerda floja es de sus interpretaciones (merecedoras de sendas nominaciones como Mejor Actor y Mejor Actriz en los próximos Oscar). Joaquin Phoenix (un tanto desaparecido en combate en los últimos tiempos) compone a un perfecto hombre de negro, tan contenido como explosivo, que nos recuerda irremediablemente al cantante (a pesar del escaso parecido físico) en un actuación sublime. Y si él está bien, lo de su partenaire es de traca. Reese Witherspoon demuestra aquí que no sólo es una rubia tonta (como ya de primeras nos dice su tinte moreno). Su presencia es arrolladora y arrebatadora. Es ella la luz de la película, la que se come todos los planos. Además, ambos actores se atreven también con la música, y así los dos interpretan de manera más que correcta (por no decir sobresaliente) los temas que tan famosos hicieron a los verdaderos Johnny y June.
A todo esto hay que sumar un brillante diseño de producción que nos transporta al pasado con absoluta perfección. Tanto los decorados como el magnífico vestuario merecen ser destacados, así como la cálida fotografía de la cinta. Todos estos son verdaderos aciertos en la película, pues hacen que su visionado sea entretenido y más que agradable. Sin embargo, al salir del cine es casi imposible no pensar que En la cuerda floja no es más que un regalo de esos que tienen un envoltorio muy bonito pero cuyo contenido nos deja indiferentes.

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Irulan

02/02/2006

Valoración

6.00

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