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La Conjura de El Escorial

'Débil intriga palaciega en la Corte de Felipe II'

Se podría decir que el thriller histórico es por sí sólo un género propio, que combina el cine de época, ya de por sí lo suficientemente atractivo como para degustarlo y el thriller puro donde se tienen que dar una serie de condicionantes para conseguir un buen producto final.


Estreno en España: 5 de Septiembre de 2008
CRÍTICA
Débil intriga palaciega en la Corte de Felipe II (2/5)
Se podría decir que el thriller histórico es por sí sólo un género propio, que combina el cine de época, ya de por sí lo suficientemente atractivo como para degustarlo y el thriller puro donde se tienen que dar una serie de condicionantes para conseguir un buen producto final. “La Conjura del Escorial” cumple con estas premisas con suerte dispar y en general algo decepcionante. Ciertamente que resulta harto complicado acometer este tipo de proyectos con un resultado brillante, y “Los Borgia” es un buen ejemplo de fracaso en este sentido, aunque no es menos cierto que una buena producción puede convertir este tipo de películas en épicas y universales como bien pudiera ser “Goya en Burdeos” o “Juana la Loca” (sin ir muy lejos en el tiempo ni salir de nuestro territorio). Baste decir primeramente que esta coproducción hispano italiana ni se la puede considerar fracaso, ni tampoco pasará a la historia de nuestro cine.

(Más imágenes en su galería)
La historia se desarrolla en torno a un hecho puntual, no muy conocido, que ocurrió el Lunes de Pascua del año 1577, época en la que el Imperio español estaba en su máximo esplendor y en el que las disputas y luchas de poder estaban a la orden del día. En este caso, una de estas disputas nos conduce al enfrentamiento entre la Casa de Alba y la Casa de Mendoza por ganarse el favor real, y la ambiciosa manera de conseguirlo es lo que provocará toda una serie de sucesos (mentiras, asesinatos, romances, etc) que dejarán a la Corte en una situación complicada.
Con estos moldes, esta superproducción italo-española tenía todos los números para ser la película del año, pero al igual que no es oro todo lo que reluce, tampoco es cine de éxito todo lo que se propone como tal, y a esta película le falta más de un ingrediente para poder presentarla como gran obra.
En primer lugar, a pesar de lo espectacular de los escenarios y lo corrección de ambientes y dirección artística, no se llega a representar con acierto la magnitud que en ese momento tenía el Imperio gobernado por Felipe II, debido probablemente a una dirección poco ambiciosa en este sentido. Y es que resulta del todo chocante que para una producción de estas proporciones se haya confiado en un director que si bien tiene un apellido acorde con la película, carece en cambio de una filmografía de la que se pueda entrever experiencia en el desarrollo de temas históricas e incluso thrillers, y más bien nos encontramos en la trayectoria de Alfonso del Real con un amplio bagaje de comedias de discreta factura y en general entretenidas. Resulta también curioso que a pesar de lo dicho anteriormente la película carezca de cualquier tipo de toque humorístico o irónico que siempre se agradece en este tipo de historias. Además de esto, lo realmente importante es que a pesar de que el film se presenta como un triller histórico de intrigas palaciegas, no se consigue en ningún momento un resultado que pudiéramos llamar espectacular, y si bien existe una intriga, la manera de desarrollarla no mantiene la tensión adecuada e impiden la exaltación en el ánimo de un predispuesto espectador, a pesar de que la excelente música hace lo imposible para lograrlo. Tampoco nos encontramos con ninguna escena de batalla ni lucha digna de mencionar que pudiera haber ambientado un poco más la época y haber proporcionado más credibilidad a lo que en esos momentos se cocía en el Imperio.
Además de la mencionada música y ambientaciones, hay otros factores que consiguen sostener a esta película de su hipotético salto al vacío, y uno de ellos es sin duda el brillante elenco de actores, destacando especialmente y por mérito propio los británicos Jason Isaacs en su papel de Antonio Pérez, y Julia Ormond como sensual Princesa de Éboli. Además de ellos Juanjo Puigcorbé (Felipe II), Jürgen Prochnov (como Espinosa) y Blanca Jara (como la pícara Damiana) hacen unos estupendos trabajos en todo momento a la altura de sus respectivos personajes, y quizás Jordi Mollá y Fabio Testi flojeen un poco en su cometido.
En líneas generales resulta una película un tanto decepcionante, de la que se esperaba bastante más y que se queda en una historia ligeramente entretenida con atractivos escenarios, personajes e interpretaciones.
Sergio Roma (11 Agosto 2008)

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Sergio Roma

12/08/2008

Valoración

4.00

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