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Love me tender

'Sensación agridulce'

Tres años después del estreno de la simpática y exitosa Mi Gran Boda Griega llega a nuestras pantallas el último trabajo de su director, Joel Zwick, que no abandona aquel género, la comedia romántica


Estreno 23 de Julio 2005
Nota actual IMDB 5.1/10 (85 votos)
CRÍTICA
Tres años después del estreno de la simpática y exitosa Mi Gran Boda Griega llega a nuestras pantallas el último trabajo de su director, Joel Zwick, que no abandona aquel género, la comedia romántica, ni a su anterior protagonista masculino, John Corbett (un rostro que siempre estará ligado al mundo de la televisión tras su participación en dos exitosas series: Doctor en Alaska y Sexo en Nueva York) y que en esta ocasión recurre a uno de los iconos de la cultura pop estadounidense: Elvis Presley.
Ya desde su título, Love Me Tender (en versión original Elvis Has Left The Building), esta película tiene a la figura del Rey como contexto, como fondo y, sobre todo, como hilo musical. A lo largo de la misma escuchamos así temas originales y versiones actualizadas de uno de los personajes (músicos) más "apañados" de toda la Historia del Cine. Y es que sin Elvis esta película (como tantas otras) no podría existir.

Harmony (interpretada por una Kim Basinger rejuvenecida a golpe de botox y bisturí) ha sido fan de Elvis desde que tiene memoria, afición que ha compaginado con una dedicación plena al mundo de los cosméticos. Y es que ella es una de las Pink Ladys, una de tantas mujeres vestidas de rosa pastel que recorre los EE. UU. en un Cadillac descapotable (adivinen el color) vendiendo barras de labios de esas que hacen sonreír. Sin embargo su existencia no es plena, no tiene a nadie con quien compartir su vida, y se siente sola (a pesar de sus largas charlas imaginarias con el Rey). Un día algo sucede que cambia por completo su existencia, y es que descubre que vaya por donde vaya los imitadores de Elvis que pueblan la geografía norteamericana caen muertos en las más extrañas circunstancias. Este hecho la atormenta, y no la deja relacionarse como quisiera con Miles (John Corbett), un publicista super-moral en pleno divorcio de una de esas tías buenorras sin sentimientos (Denise Richards) y en desarrollo de una campaña para otra marca de cosméticos (cosa que hace por teléfono con la ayuda de Aaron –Sean Astin-). Por supuesto, las cosas se complicarán aun más cuando dos patosos agentes del F.B.I. comiencen a perseguir a la misteriosa “asesina” de imitadores de Elvis...
Con una premisa inicial así podríamos encontrarnos ante una película divertida y hasta fresca, pero por desgracia el guión no está a la altura, fundamentalmente por culpa de una innecesaria corrección política que llena al film de situaciones y personajes típicos y tópicos hasta la saciedad y que por lo tanto hace que no sorprenda en ningún momento, que sea del todo predecible y a la vez increíble (en el sentido más negativo de la palabra), cosa que se acentúa con un final conformista y simplón que en realidad ni cierra la trama y hace pensar que este largometraje se hizo con prisas. Ideas que se corroboran al fijarnos en el aspecto visual de la misma: una fotografía anodina (por no decir paupérrima) y constantes faltas de continuidad que en una producción de estas características deberían ser imperdonables.

De este modo la sensación que nos invade al abandonar la sala es agridulce, pues con unos toques de ironía y una buena dosis de humor negro podríamos haber presenciado una película más que agradable en esta cartelera veraniega. Ingredientes no le faltaban: una buena idea, unos actores correctos y hasta cameos espectaculares (como Pat Morita o Tom Hanks, quien ya produjo Mi Gran Boda Griega). Pero se queda en nada, en un producto totalmente olvidable, cosa que se verá acentuada por su fecha de estreno en nuestro país, con Batman Begins recién aterrizada y La Guerra de los Mundos a punto de ver la luz.

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Irulan

23/06/2005

Valoración

2.00

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