'Fórmula de hace veinte años'

A mediados de los años 80 se pusieron de moda las cintas de acción en las que las peleas de karate eran el eje principal. Las hubo malas, muy malas y algunas no especialmente buenas pero que llegaron a los corazoncitos de los jóvenes de la época

Estreno en España: 18 de Abril de 2008
Nota I.M.D.B.: 4,8/10 (1768 votos)
CRÍTICA
Lo mejor: los recuerdos ochenteros que evoca
Lo peor: no aporta nada
A mediados de los años 80 se pusieron de moda las cintas de acción en las que las peleas de karate eran el eje principal. Las hubo malas, muy malas y algunas no especialmente buenas pero que llegaron a los corazoncitos de los jóvenes de la época. En este último grupo destacó Karate Kid (dirigida en 1984 por John G. Avildsen y protagonizada por Ralph Macchio y Elizabeth Shue). Bien, pues éste es el modelo que sigue Jeff Wadlow en su segunda película, Rompiendo las Reglas, tras dirigir el año pasado la sobre valorada Crywolf.
En un intento por encajar en la nueva ciudad, el temperamental Jack Tyler (Sean Faris) acepta la invitación de su compañera Baja (Amber Heard) de acudir a una fiesta, en la que acaba inmerso en una pelea. Después de ser vencido y humillado por Ryan McDonald (Cam Gigandet), un compañero le habla de un deporte conocido como Mixed Martial Arts (MMA) y le presenta a su mentor Jean Roque (Djimon Hounsou) que lo acoge bajo su tutela. Con Jean aprenderá a ser disciplinado y paciente, claves que le sirven para llegar a lo más alto y definirse a sí mismo no sólo como luchador sino como persona.

(Más imágenes en su galería)
Obviamente lo más esperado de la película son las peleas que hay a lo largo del excesivo metraje, quizá por eso cuando llegan te dejan un poco......frío. No es que estén mal rodadas, pero no innovan y no aportan nada, eso en una película que por si misma no aporta nada.....
Aún así la película no está mal, tanto Sean Faris como Djimon Hounsou aportan credibilidad y fuerza a sus personajes haciendo muy creíble la relación paterno – filial que tienen, pero la verdad es que Hounsou está muy desaprovechado, tanto físicamente como interpretativamente (las escenas más intensas sólo dejan entrever lo gran actor que es) y por su parte Sean Faris demuestra que es algo más que el guaperas de turno y deja un halo de esperanza para futuras interpretaciones.
Una pena que Wadlow en vez de intentar innovar se limite a poner la cámara en los sitios más previsibles e intente alargar una película a la que le sobran veinte minutos para no hacerse larga. Todo el conjunto está adornado de música de moda y chicos y chicas con cuerpos danone, pero no aportan nada más que eso, ser un simple acompañamiento.
Poco más se puede decir de una película bastante del montón que está amasando cierta fortuna en la taquilla americana, y que previsiblemente lo hará en la nuestra, usando una fórmula de hace veinte años.

eastwood

29/03/2008

Valoración

4.00

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