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Sin Salida (2011)

'¿La salida, por favor?'

Taylor Lautner, conocido por ser uno de los protagonistas de la saga Crepúsculo, se emancipa de las películas vampíricas y absorbe el absoluto protagonismo de este vehículo destinado exclusivamente a su lucimiento


Estreno en España: 14 de Octubre de 2011
CRÍTICA
Taylor Lautner, conocido por ser uno de los protagonistas de la saga Crepúsculo, se emancipa de las películas vampíricas y absorbe el absoluto protagonismo de este vehículo destinado exclusivamente a su lucimiento. No sería un problema si no siguiera el método interpretativo de Steven Seagal, es decir, mantener exactamente el mismo rostro impasible a lo largo de todo el metraje, pase lo que pase. Y a su personaje, Nathan, le pasan una barbaridad de cosas, tan aburridamente contadas, que suscitaría más interés mirar como crece el césped del jardín.

(Más imágenes en su galería)
El sujeto es un adolescente con las aficiones propias de la edad: beber hasta la inconsciencia, boxear con su padre o ligarse a la vecina de enfrente. Pero su vida da un giro de 360º cuando descubre que es el centro de una conspiración y se ve perseguido tanto por peligrosos terroristas internacionales como por la mismísima CIA. Al estilo de Enemigo Público, tanto Lautner como la joven Lily Collins (hija del músico Phil Collins, por cierto) se verán obligados durante toda la película a huir y sobrevivir en el adulto mundo del espionaje.
La adolescente dupla protagonista está respaldada por varias caras conocidas y veteranas entre las que cabría destacar a Sigourney Weaver, en el papel de la psicóloga del protagonista, Jason Isaacs y Maria Bello como los sufridos padres, o Alfred Molina, en el papel de dirigente de la CIA del que cuesta fiarse a pesar de sus aparentes buenas intenciones. También aparece por allí Michael Nyqvist, al que hemos podido ver recientemente en las adaptaciones cinematográficas de la saga Millenium, en el papel de malvado terrorista de Europa del Este.
Pero ni siquiera la presencia de caras conocidas consigue levantar este aburrido “thriller” que en ocasiones se convierte incluso en comedia involuntaria. La dirección de John Singleton, además de plana es, en ocasiones confusa, lo cual le otorga un mérito especial dada la simplicidad de la trama, a la que se le puede calcular un guión de unas tres o cuatro páginas máximo. En definitiva, un aburrido despropósito.
@pablodiazgmz

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Pablo Díaz Jiménez

11/10/2011

Valoración

4.00

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