'Comedia facilona pero efectiva'

Los Hermanos Coen son de esos cineastas que uno tiene en mente siempre que piensa en cineastas actuales que, gustando más o menos, tratan de dar un aire fresco a la cartelera marcando su propio y particular estilo

Los Hermanos Coen son de esos cineastas que uno tiene en mente siempre que piensa en cineastas actuales que, gustando más o menos, tratan de dar un aire fresco a la cartelera marcando su propio y particular estilo. Se han hecho con una imagen que dan a todas sus películas y guiones y en los últimos años su actividad ha aumentado, caracterizada además por girar más hacia la comedia. No en vano de sus últimos cinco films cuatro de ellos son de este difícil género. Con más o menos fortuna mantienen sus peculiaridades basadas en personajes curiosos, humor negro, situaciones enrevesadas y una cuidada y estilosa puesta en escena. Sorprende que tras haberse refrendado como unos ocurrentes guionistas hayan optado por el remake de una película de 1955 de Alexander Mackendrick con el mismo título.
Por ello y por la incorporación de un actor amigo de la taquilla como Tom Hanks bien pudiera parecer que los Coen habían vendido su alma al diablo de la Industria aunque fuera en esta ocasión. Sin embargo basta con ver la hilarante puesta en escena de la acción y el desarrollo demencial de la misma para darse cuenta de que, aún con todo, los Coen siguen siendo los Coen en esta película. Su humor en esta ocasión salta más de la situación absurda de El gran Lebowski hacia el puro slapstick (tartazos, caidas, pedos...) gracias sobre todo a la presencia de Marlon Wayans en el reparto.
La fuerza de la comedia está en sus personajes, y los cinco protagonistas, más la rezungona anciana negra que les da cobijo, son por igual peculiares y esperpénticos. Los cinco forman parte de un grupo de harapientos villanos que idean un "atraco perfecto" usando en el camino a la vieja anciana, dando un punto de enredo al asunto. En el grupo tenemos en primer lugar a un pedante charlatán de primera, cabecilla del equipo, interpretado brillantemente por Tom Hanks. Él idea el atraco, que en apariencia y como en todos estos casos parece perfecto salvo por el factor abuela, y contacta con el resto: un experto en explosivos con problemas de colon, un oriental fumador, callado y resolutivo, un idiota total, fuerte y voluntarioso y un infiltrado en el casino objeto de robo, que hace de... Marlon Wayans, simplemente.
Lo más difícil en una comedia es que logre hacer reir, y ésta lo consigue a lo largo del metraje en varias ocasiones y de varios modos: un apretón, una explosión, un chascarrillo... los Coen se sirven de todo tipo de recursos del género con bastante éxito. El resultado es una comedia facilona pero efectiva y que a pesar de corromper en cierto modo el espíritu escritor-creativo de los Coen guarda el estilo de ambos y que recuerda, aunque sólo sea por la música, a Oh Brother. No pasará a la historia desde luego, ni siquiera en la filmografía de los Coen o Hanks, y no tiene mucho de artístico frente a otras comedias, entre las que se acerca más al género gamberro teen que a las comedias de diálogos de Woody Allen, pero si el primer cometido de cualquier película es lograr entretener al espectador, ésta lo consigue con creces.
7/10

Sycamore

14/12/2004

Valoración

6.00

#Más críticas de 'The Ladykillers'