Kim Basinger

Nació en Braselton un pueblo de Athens, Georgia a finales de 1953. La tercera hija de 5 hermanos.
Su padre, Don, era músico de jazz con una banda local que terminó dejando por un trabajo mejor remunerado y más seguro y su madre, Ann, era modelo de forma casual y bailarina, aunque también tuvo que apartarlo para dedicarse a la crianza de sus hijos.
Ella empezó a estudiar ballet desde niña, época en la que era extremadamente tímida e incluso se le diagnosticó agorafobia (miedo a los espacios abiertos o con mucha gente); aun así, era la primera en participar en actos públicos en el colegio, motivo por el cual fue expulsada, ya que en uno de esos actos hizo una actuación en la que cantaba y realizaba un simulado desnudo (o no tan simulado).
A los 18 años ganó el concurso de belleza de Miss Georgia, tras lo cual, fue a Nueva York, donde firmó con una prestigiosa marca de modelos, la agencia Ford, que llevaba, entre otros, productos como Revlon, Clairol y otros productos cosméticos.
Mientras, tomaba clases de interpretación en la Neighborhood Playhouse.
Poco después se fue a Hollywood, a probar suerte como actriz, interviniendo en series como "Los ángeles de Charly" o "De aquí a la eternidad" entre otras.
En 1980 se casa con el maquillador Ron Britton, con quien se dibvorciaría en 1989.
Al año siguiente consigue un papel en "Hard Country", su primer largometraje, y en 1982 también participa en una película dirigida por Charlton Heston, "Duelo en las profundidades".
Pero fue después de posar desnuda para Playboy en 1983 cuando empezaron a lloverle contratos aceptable para el cine. Ese mismo año hace de chica Bond en "Nunca digas nunca jamás", papel que le lanza a la fama... aunque su verdadero estrellato llegará un poco más tarde, después de hacer unas pocas películas y ser rechazada en otras tantas, como por ejemplo, en el remake de King Kong, ya en 1986 protagoniza junto a Mickey Rourke un film de Adrian Lyne, "Nueve semanas y media", que la marca como mito erótico de finales de los 80 y se convierte en la película que la lanza a su verdadera fama, al estrellato.
Después hará otra taquillera película, "Batman", junto a Michael Keaton y Jack Nicholson. A partir de ahí, empieza un declive, tanto en su vida profesional, como en sus negocios, como en su vida privada. Se separa de su primer marido, Ron Britton, fracasa una operación inmobiliaria y económica por la que pretendía comprar su pueblo natal, Braselton, por 20 millone de dólares y hace hasta 7 películas que son acribilladas por la crítica y con las que cae su caché y su imagen (entre otras, "Ella siempe dice sí", "Análisis final" o "Cool World, una rubia entre dos mundos") Es entonces cuando la actriz, con unos 35 años de edad, empieza un peligroso coqueteo con las drogas, las fiestas nocturnas y la diversidad de relaciones, una de ellas, con el cantante Prince.
En 1993 se casó con Alec Baldwin, a quien conoció en "Ella siempe dice sí" dos años antes. A partir de ahí mantiene una estabilidad, olvidando las drogas y eligiendo mejores papeles, hasta que en 1997 consigue el reconocimiento de la crítica gracias a "L.A.Confidential", con la que consigue un Oscar a mejor actriz de reparto y un Globo de Oro, al que ya había estado nominada 12 años antes por "El mejor".
En 1995 nace su hija Ireland Eliesse (Baldwin Basinger)
Sus siguientes películas también la han valido una buena crítica, aunque con algunos bajones; "8 Millas", con la que obtiene buenas críticas ante un papel muy fácil, "La Bendición", con la que vuelve a caer en una mala actuación y una película mala en su conjunto y "Relaciones confidenciales".