Richard Harris

Nació en Limerick, Irlanda.
Su familia era comerciante de harina y tuvo que trabajar muy duro durante su infancia, además de asistir a la escuela.
En los años 50, logra ingresar en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, y viendo que eso es lo que de verdad le gusta hacer, termina entrando pocos años después en un taller de teatro, el Joan Littlewood. Consigue meterse en el principal grupo de teatro de ese taller, y a partir de ahí su calidad interpretativa será quien le abra las puertas. Después de una exitosa gira por toda Gran Bretaña con la obra "View From the Bridge", la compañía decide hacer unas representaciones en la Unión Soviética, donde Harris despunta cada vez más, y tras lo cual, es llamado para hacer un pequeño papel en "Alive and kicking". Esta pequeña participación le valió para despuntar y empezar a ser llamado por los cineastas del momento, hasta que, por fin, en 1963 es galardonado en Cannes con el premio a la mejor interpretación masculina por "El ingenuo salvaje" y con la que también conseguirá una nominación a los Oscar, que la final no pudo llevarse. Este sería el paso definintivo para llegar a la fama.
Pero, a pesar de dicha fama, Harris empieza a hundirse en el pozo sin fondo del alcohol, con lo que cada vez le llaman menos y cada vez para peores películas, hasta que por fin de nuevo en 1970 rueda, "Un hombre llamado caballo".
Antes de esto ya había tentado a la realización un año antes, con "El ídolo caido" que transcurre en Israel.
La carrera de Harris ha estado marcada por grandes altibajos, tanto en la década de los 70, donde rodaría también la primera secuela de la película que le re-lanzó a la fama o donde se estranaría como director con "The Hero", que no tuvo mucha aceptación.
En los 80 terminó la saga que empezaría con "Un hombre llamado caballo",aunque esta década no se le dio especialmente bien, pèrdiendo mucha de la buena fama ganada durante años. Pero resurge en los años 90, películas como "Sin Perdón", " Juego de patriotas" o "El barbero de Siberia" se entremezclan con algunas cintas de peor calidad, pero que hacen que Harris recupere gran parte de ese prestigio perdido. Incluso vuelve a entrar en la lista de nominados para los Oscar en 1990.
Casado tres veces con dos hijos, es ya a edad muy avanzada (mediados los 90) cuando logra apartar de forma definitiva el alcohol de su vida, quiz´por su edad o quizá por los consejos médicos y los continuos fracasos matrimoniales, personales en general y laborales.
Por fin, en el final y la entrada del nuevo siglo, Harris rueda dos grandes películas, tanto en crítica como en taquilla, "Gladiator" y "Harry Potter y la piedra filosofal", siendo esta adaptación de la novela la última película que Harris pueda ver su estreno, pero no la última que rueda, ya que antes de su muerte, termina el rodaje de "Harry Potter y la Cámara secreta", quedando como obra póstuma.
Falleció junto a sus hijos, muy cerca de su hogar, en Londres, después de una larga enfermedad, una variante de cáncer linfático que le permitió hacer vida normal durante mucho tiempo, hasta que al final perdió la batalla.