Todos dicen I Love You

No vas a escaparte con un tío al que acabas de conocer este fin de semana y que es gondolero (Joe Berlin)

Scott Dandridge: ¿Cómo quieres que los que se acogen a la asistencia tenga alguna iniciativa, si solo quieren limosnas del estado?
Bob Dandridge: ¿Qué quieres decir? ¿Que si alguien no puede trabajar por lo que sea hay que abandonarlo por las buenas?
Scott Dandridge: La asistencia social no sirve, es el viejo rollo del mundo liberal, pasado de moda, como acción pro minorias, la negociación del rezo en las escuelas y el mimar a los delincuentes
Bob Dandridge: Es increíble que tenga esta conversación con mi propio hijo, la sangre de mi sangre... Es increible, a menos que unas inmensas bainas republicanas hayan invadido tu cuerpo en el sótano
Scott Dandridge: Bainas no, ideas. Ideas viriles y modernas. Una América fuerte! El derecho a portar armas
Bob Dandridge: ¿Armas?
Scott Dandridge: Sí
Bob Dandridge: ¿Qué? ¿De fuego? ¿Estás loco? Yo-yo-yo ya no te entiendo para nada... ¡Un momento, un momento! Stefi, bájame mi copia del testamento y una goma de borrar!

Joe: ¡Es increible! Gisele me ha dejado. Mirad su cara, mirad que cara. Se ha ido con mi mejor amigo, de repente, cómo caído de las nubes.
Bob: Pero oye, ¿no te avisó de nada?
Joe: Nada de nada. Los dos cogieron... fijaros... Estoy, en fin, me he quedado hecho puré, os lo aseguro. Me voy a suicidar, por eso tengo que irme a París y saltar desde la Torre Eiffel. Me mataré.... ¡En realidad yendo en el Concorde podría estar muerto tres horas antes y sería perfecto... o si no... ¡un momento! Con el cambio horario podría estar vivo en seis horas en Nueva York llevando tres horas muerto en París. Podría hacer un mónton de cosas y al mismo tiempo estar muerto.
Steffi: ¡Espera un momento! Tú no has visto las señales, ella te habrá hecho señales, Joe
Joe: ¿Me tomas por idiota? ¿Qué señales crees que me hacía? ¿Crees que he encontrado su foto en el cajón de su ropa interior? ¿O que murmburaba su nombre cuando hacíamos el amor?
Steffi: No, no...
Joe:¡Pues es lo que pasó! Pero yo no lo veía, era incapaz de relacionarlo

Steffi: ¡Era imposible vivir conmigo! ¡Me encanta! Y tú no sabías si querías ser psicoanalista o escritor
Joe: Pero tomé partido y me hice escritor y paciente

Von Sidell:¿A qué se dedica, señor Berlin?
Joe: Llámeme Joe. Soy escritor, sobretodo novelista
Von Sidell: Joe Berlin... ¡He visto uno de sus libros! Sí, recuerdo que tenía una portada muy sexy. Estaba en los puestos de 99 céntimos. Oh, bueno, no sé...
Joe: Debería ser el precio de lanzamiento.