A su regreso de Marruecos, Jean, cineasta y músico biseuxal, se entera de que tiene el SIDA, factura que ha de pagar por haber llevado una vida de excesiva promiscuidad. Su reacción ante la noticia es iracunda y cruel, pues no repara en acostarse con Laura, una bella adolescente con quien mantiene una tortuosa relación, y también con un jugador de rugby, para quien el amor es más fuerte que la muerte.
Fue la primera obra en ganar, al mismo tiempo, los César a la mejor película y a la mejor opera prima, no obstante, Cyril Collard, el director, no pudo disfrutar de semejante honor pues murió pocos días antes de la entrega de los premios.