'Caminante no hay camino'

A estas alturas del cuento, resulta complicado encontrar películas con escenarios distintos de algo ya visto con anterioridad y esa es la principal apuesta de esta película.

Estreno en España: 8 de Abril de 2009
CRÍTICA
Caminante no hay camino (2/5)
A estas alturas del cuento, resulta complicado encontrar películas con escenarios distintos de algo ya visto con anterioridad y esa es la principal apuesta de esta película. El camino de Santiago apenas ha sido tratado en el cine de ninguna de las maneras, ya sea religiosamente o como aventura. De hecho, yo al menos no recuerdo ninguna película ambientada en este mítico emplazamiento y viendo el resultado visual de la película de Roberto Santiago, la verdad es que uno no se explica porque nadie había trasladado una road movie a esta parte de nuestra cultura.

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El problema que puede surgir a la hora de afrontar algo con este punto de originalidad radica en dos factores principales: que tu resultado no tenga la suficiente calidad y que agotes la premisa de cara a futuros navegantes. Eso es ni más ni menos lo que resulta de esta floja película. Si nos salimos del camino en sí, apenas queda nada atractivo en la cinta. Las comedias de Roberto Santiago suelen ser muy blancas y sin altas pretensiones más allá que entretener al espectador durante hora y media, pero en esta ocasión se queda en el camino (valga la redundancia) y pese a la química de su pareja protagonista, no consigue transmitir empatía hacia los personajes y lo que uno está deseando es ver la plaza del obradoiro para que se acabe este viaje cuanto antes. Para pretender ser una comedia y tener un reparto habitual del género, apenas consigue arrancar alguna sonrisa llegando incluso a tener algún que otro chiste forzado.
Tan solo destacaría una escena como acierto de la película y es la manera que tiene Roberto Santiago de mostrar lo erótico que puede llegar a ser lavarse los dientes. Una escena protagonizada por Javier Gutiérrez, un actor que casi siempre se mueve por papeles secundarios y que cada vez me gusta más como trabaja. La pena es verle siempre a la sombra de actores con peso específico dentro de la industria pero inevitablemente con menos recursos interpretativos. En este caso le ha tocado Fernando Tejero, un tío que me cae muy bien y que dentro de su registro suele ser efectivo. El principal problema de Fernando es que es un actor limitado y que resulta creíble solo en determinadas ocasiones, lastrando las que no están a su nivel y por tanto, restando efectividad al total de la película.
Desde luego resulta complicado apoyar el cine español con películas como esta que no solo no están a un nivel aceptable (ya digo que tampoco la película pretende llegar a más), sino que además “torpedea” un paisaje natural como son los emplazamientos reales del propio camino, sin duda el verdadero y casi único aliciente para ver la película y que le da a uno ganas de hacerlo personalmente. Por lo demás, resulta de lo más insulsa.

Evelio Barbero

07/04/2009

Valoración

4.00

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