Federico Fellini

Federico Fellini nació el 20 de Enero de 1920 en la localidad italiana de Rimini y falleció en Roma en 1993 y destacó sobretodo por su faceta como director cinematográfico, aunque antes también había trabajado como guionista (de radionovelas, de cine, de tiras cómicas) y también como ilustrador.
Hijo de un comerciante provinciano, en su adolescencia, durante los años 30, en plena época fascista, comenzó a destacar su lado artístico mediante sus dibujos y retratos, no obstante hasta que no decidió ingresar en la universidad romana a finales de la década para estudiar derecho no pudo abandonar su pueblo natal. Aunque inicialmente se trasladó a vivir junto a su hermano y su madre, con el tiempo Federico se independizó y abandonó la carrera de derecho para concentrarse en su faceta artística.
La gran cantidad de chistes gráficos y textos humorísticos que enviaba asiduamente a la revista Marc'Aurelio, que compaginaba con el trabajo en el local de retratos para soldados americanos, le dieron el pasaporte para ingresar como dibujante residente de la revista y así dar rienda suelta a una prolífica vena humorística que le consagró como un cómico de moda. El éxito de sus columnas y sus viñetas fueron clave para que después su compañero Aldo Fabrizi le solicitara para que le acompañara como guionista personal en la carrera cinematográfica que inició durante los 40.
Esa relación profesional con el célebre cómico hizo que Roberto Rosellini le contratara como guionista para así atraer a Fabrizzi y que protagonizara su célebre "Roma, ciudad abierta". El éxito de este trabajó dio el pistoletazo de salida definitivo para que su carrera como guionista despegara por todo lo alto. Rossellini volvió a requerir sus servicios para el guión de "Compañero", aunque también fue escribiendo guiones para directores como Alberto Lattuada, Pietro Germi o Luigi Comencini. Previo al paso a la dirección justo al empezar los 50, Fellini realizó una numerosa cantidad de guiones para otros directores, en los que no siempre recurría a su faceta cómica, también solía trabajar obras dramáticas, destacando siempre como un dialoguista ingenioso y sensible.
En 1950 Alberto Lattuada le ofreció codirigir "Luces de Variedades" y aunque Fellini tenía interés por la dirección de películas y ya había dirigido alguna escena suelta, no se mostraba muy convencido para ejercer activamente esas labores. No obstante, aunque la película no cuajó, el conjunto de la experiencia maravilló a Fellini, que con el tiempo optó por dedicarse solo a dirigir y dejó de escribir guiones por cuenta ajena.
Su primer trabajo de dirección en solitario fue "El Jeque Blanco", estrenada en 1952, que era un pequeño homenaje y caricatura de las fotonovelas, tan de moda por aquella época. En parte por esa burla a un género tan popular y en parte por lo engañoso de su título, la película pasó sin pena ni gloria por la cartelera italiana.
Un año después, en 1953, estrenó Los inútiles, una obra que recogía numerosos elementos autobiográficos de la juventud de Federico, y con ella cosechó su primer gran éxito como director, un éxito clamoroso que le consagró como director. Seguidamente estrenó otro éxito rotundo: "La Strada", película producida por el mítico dúo de productores Ponti - De Laurentiis, película que no sólo fue aclamada en Italia, también traspasó fronteras hasta el punto de conseguir el Oscar a la mejor película extranjera y también amasó un importante éxito de taquilla en Francia. Su seudo neorrealismo y el encanto de Giulietta Massina, su esposa desde 1943, conquistaron el corazón del público e hicieron del filme uno de sus títulos imprescindibles.
El escaso éxito de crítica y público de "Almas sin conciencia" se vio compensado con el éxito de otro título emblemático de Fellini: "Las noches de Cabiria", también protagonizada por Giulietta. La historia de la tierna prostituta fue premiada tanto en Cannes como en San Sebastián, además de cosechar el segundo Oscar a la mejor Película extranjera y el público pronto la veneró como uno de los títulos del año. Aquel fue su último trabajo de vocación neorrealista.
En 1959 inició el titánico rodaje de "La Dolce Vita", que se prolongó durante medio año. La polémica entorno a esta película nació ya antes de que empezara a ser producida. De Laurentiis se negó a producirla por su alto coste y porque no estaba convencido acerca de las decisiones artísticas que se adoptaron entorno a ella. Sin ir más lejos De Laurentiis se oponía a que Marcello Mastroianni fuera el protagonista y también quería hacer varios cambios en el guión. No obstante Giuseppe Amato y Angelo Rizzoli se atrevieron con la película y apostaron por ella.
Tras esquivar ingeniosamente a la censura, la película pudo ser estrenada en Italia y arrasó en taquilla desde el primer día y lo mismo hizo por toda Europa. El que es probablemente uno de los títulos más emblemáticos del cine italiano cosechó la Palma de Oro y un Oscar al mejor vestuario. Aquel fue el título que marcó otra nueva etapa artística en el cine de Fellini pues aunque aún conservaba cierto carácter neorrealista, también se introdujeron numerosos elementos simbolistas. A nivel anécdotico esta película también supuso el inicio de la estrecha amistad entre Fellini y Mastroianni, de quien Federico se convertiría en amigo y confidente.
Después de que De Laurentiis se arrepintiera enormemente por no haber participado en "La Dolce Vita", quiso hacer otra película con el director rimininés, y éste inició el "El Viaje de G.Mastorna", película que a pesar de tener los decorados montados fue abandonada al poco tiempo de rodaje debido a una fuga de la inspiración de Fellini (factor clave en su técnica de trabajo).
No fue hasta 1963 que el mundo viera otra película, "Fellini 8 y 1/2", que sería la primera película, a la que Fellini pondría su apellido en el título. Generó un gran impacto entre la crítica al ser una de las primeras películas de carácter claramente autobiográfico y en las que se hablaba abiertamente sobre el oficio de director. Su exitosa carrera en Estados Unidos se vio recompensado con otro Oscar y e hicieron uno de los directores más importantes del mundo por su espíritu vanguardista y su personalísimo estilo.
Con su siguiente obra, "Giulietta de los Espíritus", volvió a trabajar con su esposa después de casi 10 años. La gran influencia que ejercía el ocultismo en Fellini hacia la mitad de los 60 hizo que esta obra diera un gran relieve al factor onírico, que resaltó por encima de los tintes autobiográficos que la obra posee.
El Satiricón fue la película que marcaría su última etapa artística, la del cine barroco, radical, abstracto, puramente simbolista y estrambótico que se convertiría en su signo diferencial.
Tras el estreno de la extraña "Roma", llegó "Amarcord", otra película que además de generar un gran éxito de público a nivel mundial también le llevo otra vez a ser premiado con otro Oscar, ya el último de su carrera en activo. Aquel fue también el último gran título de Fellini, el último título que haría de sus películas rentables de cara a la taquilla a la par que aclamadas por los críticos y en los 70 su cine se ve superado por la oleada de grandes artistas europeos y aunque su cine sigue siendo válido y no pasa desapercibido, deja de ser un acontecimiento como lo fue durante los 50 y los 60.
Fellini falleció el 31 de Octubre de 1993. Un ataque al corazón puso el cartel de "Fin" a la existencia de uno de los autores europeos más relevantes, un artista que contribuyó a la renovación del cine a nivel estético y que con una serie de propuestas de carácter personal consiguió llegar a las masas, pasando a la historia como uno de los creadores más originales e influyentes del cine.