Rosanna Arquette

Nació en Nueva York con el nombre completo Rosanna Lauren Arquette. Tanto su abuelo como su padre eran actores de televisión. Rosanna siguió los pasos profesionales de su familia y comenzó a actuar siendo aun una niña. Cuando tuvo 11 años sus padres se trasladaron a una comuna en el estado de Virginia. Ésta no se sentía a gusto en el colegio, por lo que a la edad de 14 años se marchó a Los Ángeles, decidida a convertirse en una estrella de cine.
Arquette consiguió papeles de cine en Hollywood, en los que interpretaba a jóvenes con problemas. Unos años más tarde ya comenzó a interpretar papeles más maduros. Desde un principio actuó también en películas para la televisión. En 1982 obtuvo una nominación a los premios Emmy. La película de 1985 Buscando a Susan desesperadamente, con Madonna en el papel principal, también contribuyó a incrementar su popularidad. En 1989 actuó en New York Stories bajo la dirección de Martin Scorsese. Desde entonces ha ido interpretando varias películas cada año, algunas de las cuales han pasado casi desapercibidas para el gran público, y otras con notable éxito de crítica y de público, como Pulp Fiction con John Travolta.
Arquette es parte de una saga de actores. Su hermana, Patricia Arquette, y su hermano, David Arquette, son también muy conocidos. Ella se ha encontrado siempre con la dificultad de compaginar el trabajo con su vida privada. Su intensa dedicación a la interpretación le costó más de una relación sentimental. La primera fue con un miembro del conjunto de música rock Toto (Steve Porcaro, la famosa canción "Rosanna" se la dedicaron a ella), y la segunda fue su matrimonio con un compositor, que acabó también en ruptura. Posteriormente mantuvo una relación con el famoso cantante británico Peter Gabriel, pero terminó de la misma forma.
En esos años los padres de Rosanna se divorciaron. Poco después su madre contrajo un cáncer de mama, lo cual afectó profundamente a Rosanna. En 1993 se casó nuevamente, esta vez con un restaurador, con el que tuvo una niña al año siguiente. Su trabajo la obligaba a ausentarse frecuentemente de casa. Las tensiones resultantes de ello y también la aflicción por la muerte de su madre hicieron que también este matrimonio terminara en divorcio.
Más recientemente Rosanna Arquette ha encontrado la energía para dedicarle tiempo a su hija y a ser embajadora de la lucha contra el cáncer de mama, mientras continua dedicada a la interpretación e incluso a la dirección.