'Un final que baja el nivel'

“Collateral” es un thriller frenético, casi sin pausa, que se fundamenta tanto en la acción como en la relación entre los dos personajes principales

Max (Jaime Foxx) es un tipo normal que trabaja como taxista en “Los Angeles”. Su sueño es crear una empresa de limusinas para ricos y famosos, pero una cosa es la intención y otra cosa bien diferente son los hechos. De tal forma lleva ya 12 años esperando su oportunidad y soportando a duras penas su jornada laboral como taxista. Es entonces cuando Vincent (Tom Cruise) un, a primera vista, hombre de negocios se monta en su taxi; dando lugar a la que será sin dudas la peor noche de su vida. Ya que Vincent no es otra cosa que un asesino a sueldo contratado por la mafia colombiana y pagado para acabar con la vida de los cinco testigos de un juicio en esa misma noche. Y Max ha tenido la mala suerte de convertirse en el obligado e inesperado Chofer que le ayude a conseguir su objetivo.
“Collateral” es un thriller frenético, casi sin pausa, que se fundamenta tanto en la acción como en la relación entre los dos personajes principales. Esto se debe a que según vamos tachando nombres de la lista de Vincent, también profundizamos en la relación de ambos. Así iremos descubriendo los sentimientos y los estados de animo tanto de uno como de otro. La película nos regala gracias a ello una serie de diálogos originales y vivaces, en ocasiones provocadores, otras veces intimistas y otras cargadas incluso de un humor negro que se adivina muy correcto, ya que calma un poco la tensión que respira la película.
Sobre las actuaciones hay que recalcar tanto la correcta interpretación de Tom Cruise (lo mejor de la película), muy creible en su papel de asesino sin escrupulos, como la de Jaime Foxx (que también cumple) y que ayudan a dar más credibilidad a la película. De Mark Ruffalo simplemente dar fe de que aparece en la película ya que su papel como agente de policia es tan superfluo que poco aporta al desarrollo en sí. Sobre Javier Bardem y Jada Pinkett Smith poco que decir ya que aunque resultan convincentes, sus papeles son tan reducidos que no nos da el tiempo suficiente a apreciarlos en su justa medida.
Finalmente y para hacer una valoración en conjunto de toda la película hemos de diferenciar entre dos partes. Los dos primeros tercios de ésta son realmente buenos, con momentos de auténtica tensión y en los que el vivaz ritmo impuesto por Michael Man nos obliga a permanecer atentos a la pantalla no sea que nos perdamos un ápice de la historia. Es por ello una lastima que el último tercio baje enteros la calidad del film (y con ello varios puntos su nota final) ya que tanto la escena del pub, en la cual la película se torna en irreal, como la escena final (poco convincente además de dar la sensación de estar mal resuelta) no están a la altura del resto y dan la impresión de estar metidas con la intención de que aquellos que han ido buscando acción desmesurada y sin sentido sacien sus primarias necesidades. Si no fuera por esto último estaríamos ante una película de gran calidad y muy pero que muy entretenida. Lo dicho, una lastima.
6.75 / 10