Hans Zimmer

Nació en Frankfurt, Alemania.
Desde joven sintió devoción por la música, como otros muchos jóvenes de su época, pero él fue de los que se aventuró en ese mundo que tanta gente ha dejado en el olvido. Tuvo suerte, además de su enorme talento, y pronto empezó a colaborar con grupos de rock e incluso se adentra a producir la música de algunos videoclips, entre ellos uno que será recordado durante mucho tiempo, "Video Killed Radio Star".
Después de varios éxitos quiso dar un giro a su carrera, pasando a un campo totalmente distinto, el cine y la televisión, con lo que viaja a Londres y se pone bajo la tutela de Stanley Myers. Gracias a dicho maestro logra meterse en el mundillo y empiezan a hacer trabajos conjuntos, donde se deja ver lo mejor de cada uno, como en "Trabajo clandestino" (1982) o "Mi hermosa lavandería" (1985)
En 1987 le ofrecen producir la banda sonora de "El Último Emperador" en la que colaboró con Ryuichi Sakamoto y gracias a esto empezaría a ser aun más conocido en Hollywood.
Al año siguiente tendría su gran oportunidad, la de consagrarse después de la expléndida ambientación que dio su música a "El Último Emperador", esto sería gracias a "Rain Man" (1988) con la que conseguiría su primera nominación a los Oscar como Mejor Partitura Original, que no ganaría.
Al año siguiente volvió a encontrar una película a su medida, donde la música no destacase sobre el esto, y esto, estando Zimmer presente, era decir que los actores, el guión y la dirección debían ser tan sobervios como sus canciones, hablamos de "Paseando a Miss Daisy", con la que volvió a tener otra nominación, esta vez a los Grammy, pero tampoco se la llevó.
A partir de aquí, tratándosele ya como merecía, Zimmer empieza a trabajar con los sintetizadores, algo que se quedaría marcado en casi todas las partituras y bandas sonoras en las que participaba y que parecía como si formara parte de su caracter, le daba un toque personal como ocurre con "Black Rain" (1989), "Twister" (1990), "De repente un extraño" (1990) o "Días de Trueno".
Esta faceta va desapareciendo poco a poco, y empieza a contar cada vez más con melodías clásicas incluso con orquestas, pero nunca perdería su rasgo típico, aunque desapareciesen los sintetizadores, como ocurriría con "A Propósito de Henry" (1991) "Colmillo Blanco" (1991), "La casa de los espíritus" (1993) o "El Rey León" con quien vuelve a conseguir la nominación al Grammy, al Oscar y una que antes no había tenido, la de los Globo de Oro, ganando las tres y suponiendo ese año, 1994, como el mejor de su carrera según propias declaraciones.
Pero esto no hizo a Zimmer dormirse en los laureles y demostró que el que sea uno de las personas en Hollywood que más contratos firma al año no es por casualidad.
En 1995 vuelve a ganar un Grammy por "Marea Roja" y los años siguientes tuvo nominaciones a varios premios, en 1996 al Oscar por "La mujer del predicador", en 1997 por "Mejor... Imposible", en 1998 estuvo nominado al Oscar por dos películas, "El Príncipe de Egipto" y "La delgada Línea Roja" y al Globo de Oro y el Grammy por "El Príncipe de Egipto". De todas estas nominaciones no recibió ninguna, pero aun así se puede ver que entre maravillosas películas y bandas sonoras como las que hemos nombrado y algunas otras como "La Roca" (1996), "Broken Arrow: ALarma nuclear" (1996) o "El Pacificador" (1997), tenemos gran parte de los filmes más oidos de aquellos años.
En 1997 Spielberg quiere que Zimmer trabaje con él en Dreamworks, y que sea el encargado del tema de sonido de toda esa factoría que el "Midas" de Hollywood acabab de crear. Zimmer acepta y además forma sus propios estudios, los Media Venture, que se dedicaría exclusivamente a la música y a formar a jóvenes para tal fin. Lo que Zimmer conseguiría con esto es que todos los proyectos que se le presentasen podría hacerlos, si bien él no fuese personalmente capaz de llevarlo a cabo o no lo quisiera, lo harían los estudios y debido a la formación y "apadrinamiento" de músicos, todos tenían un estilo similar al de Zimmer.
En el 2000 obtuvo otro de sus grandes éxitos, su segundo Globo de Oro por Gladiator, además de haber sido partícipe de la música de dos películas bélicas al año siguiente, "Pearl Harbor" y "Black Hawk derribado".
Aunque no le puso música a la segunda parte de el Rey León, si lo haría a la tercera parte de la entrega, "El Rey León: Hakuna Matata" (2004), además de participar también en un proyecto totalmente distinto, el de "El Rey Arturo" para ese mismo año.