Tras un malentendido que se sale de control a bordo de un avión, el afable Dave Buznik es obligado por el juez Daniels a asistir a la terapia del doctor Buddy Rydell, cuya consulta está repleta de personas excéntricas e inestables.
La terapia abrasiva y poco ortodoxa de Buddy se basa en la confrontación y Dave se siente desconcertado por ella. Entonces, tras otro contratiempo, el juez Daniels ordena a Dave avanzar en la terapia o dará con sus huesos en la cárcel. Así que Buddy se dedica a Dave para ayudarle a derrotar a sus demonios interiores. El propio Buddy no tiene conflictos interiores ya que desarrolla la terapia a cada momento, lo que incluye hacer comentarios lascivos de la novia de Dave, Linda, y acosar a Dave para confrontar cada leve contratiempo, pasado o presente. Pero al final Buddy va demasiado lejos y Dave debe decidir si meterse dentro de un caparazón o bien levantarse por sus propios medios. ¿Puede ser que ese tratamiento confuso y contradictorio de Buddy fuese lo que necesitaba?
Sandler pensó en Nicholson para el papel mientras leía el guión porque “intentaba imaginarme a Buddy como alguien que me hiciera sentirme nervioso a veces y cómodo otras, e inmediatamente pensé en Jack”, dice. “Seguí leyendo imaginándome a Jack en el papel y me reía cada vez más, lo que lo hizo más divertido. Y entonces, él aceptó el trabajo”.