Cuando el pequeño Santiago Munez cruza de frontera de México y se traslada a América con su familia, sólo tiene dos preciadas posesiones: su balón de fútbol y una foto de la Copa del Mundo hecha jirones. Se convierte en un joven adulto y comprende que la tierra prometida a donde le trajo su padre no tiene mucho que ofrecer (por no decir nada) a un muchacho cuya pasión es jugar al fútbol. No sabe dónde acudir y no consigue encontrar nada mejor para desarrollar sus habilidades que un pequeño equipo local de principiantes, por llamarlos de alguna manera... Santiago, como una buena parte de la comunidad de inmigrantes ilegales del barrio al este de Los Ángeles, sobrevive haciendo chapuzas. Pero cuando el británico Glen Foy ve jugar a Santiago en un partido local, reconoce de inmediato a un futbolista hábil, rápido y valiente: el tipo de talento del que está hambrienta la Premiere League inglesa. Glen le dice a Santiago que si viaja a Inglaterra, podría ponerle en contacto con un club que él conoce bien: el Newcastle United. Un club... Una oportunidad. Santiago cree que ésta es la oportunidad que ha estado esperando toda su vida. Se marcha aún con la oposición de su padre con un único objetivo: triunfar.
En el partido Liverpool-Newcastle podemos ver a casi todos los jugadores que forman los equipos en la vida real. En la imagen podemos ver al famoso Steven Gerrard.