Rosemary y Guy son una pareja de recién casados que se mudan a un apartamento en el centro de Nueva York. Aunque el edificio no guarda buena fama, el joven matrimonio pronto se adapta a su nuevo hogar, y conocen a una pareja de ancianos vecinos suyos. Pese a las objeciones de Rosemary, Guy pasa cada vez más tiempo con sus nuevos amigos. Los acontecimientos se suceden, y tras el aparente suicidio de una joven vecina, que se había hecho amiga de Rosemary antes de morir, la protagonista queda embarazada, lo que le supondrá enormes cuidados por parte de sus nuevos vecinos.
El productor de la película, William Castle, aficionado a publicitar sus películas con bromas macabras, hizo correr el rumor de que por producir la película le había caído una maldición y que tenía síntomas de una posesión demoníaca.