Portada>Críticas>La Saga Crepúsculo: Luna Nueva

#Crítica

La Saga Crepúsculo: Luna Nueva

'Jóvenes (no tan) ocultos'

Seguramente las más de tres mil chicas que gritaban en el Palacio Vistalegre de Madrid con la visita de los protagonistas quedarán satisfechas con el resultado obtenido. Si os conformáis con eso sumadle dos estrellas a la puntuación y dejad de leer. Para el resto...

Estreno en España: 18 de Noviembre de 2009
CRÍTICA
A la hora de hacer una crítica sobre un film hay que encajar, antes de nada, la película dentro de su género. Obras como Pulp Fiction, American Beauty, La lista de Schindler o Algo pasa con Mary son grandes películas, cada una dentro de su propio estilo. Definir el estilo de la saga Crepúsculo es sencillo: vampiros y hombres lobo descafeinados mezclados con historia de amor adolescente imposible. Si nos hemos de quedar aquí, entonces Luna Nueva es una buena película dentro de su género. Caras bonitas, cuerpos esculturales, frases de amor quinceañero, sobredosis de azúcar y una pizca de oscuridad (poca, muy poca). Joel Schumacher ya lo intentó en el 87 y consiguió un film de culto, Jóvenes Ocultos. Los tiempos han cambiado. Seguramente las más de tres mil chicas que gritaban en el Palacio Vistalegre de Madrid con la visita de los protagonistas quedarán satisfechas con el resultado obtenido. Si os conformáis con eso sumadle dos estrellas a la puntuación y dejad de leer. Para el resto...
...nos encontramos ante una simple continuación de la primera entrega de la saga (que tiene 4 partes) creada por Stephenie Meyer, autora mormona que no cree en el sexo antes del matrimonio, lo cual condiciona su obra. Mucho amor, sí, pero de lo más casto posible. No se puede pretender que creamos en hombres lobo y vampiros y al mismo tiempo en que las hormonas de personajes de 18 años no están activas. Tal vez, como decía el propio director, en Europa seamos más liberales; basta con ver las creaciones de nuestro país como Física o Química para hacernos una idea de la imagen que se tiene del sexo en España. Pero esto no sirve como excusa, y para ejemplos propios del país de origen de Crepúsculo tenemos por ejemplo Juno. A la autora simplemente no le interesa introducir el sexo, y por tanto en Luna Nueva los amoríos son tan light en ese aspecto como empalagosos en sus frases, que repiten 20 veces por si no nos ha quedado claro que no pueden vivir uno sin el otro.

(Más imágenes en su galería)
El argumento es una continuación directa, Bella, la torpe protagonista, sigue saliendo con Edward, el vampiro de 109 años (cosa que no parece importarle a la hora de su castidad) que no sólo no se quema con la luz del sol sino que su piel brilla como los ojos de Audrey Hepburn delante de Tiffany´s. Pero claro, llega un momento en el que un grupo de gente que no envejece llama la atención, por lo que él y su familia de vampiros deben irse. Bella busca consuelo en su viejo amiguito, Jacob, que se ha debido pegar unas sesiones de gimnasio maratonianas. A partir de aquí ya tenemos el triángulo amoroso al uso, aderezado con tintes de ciencia ficción y un final que se desarrolla demasiado deprisa y nos deja a los personajes de Michael Sheen y Dakota Fanning como un simple cameo. El resto del reparto cumple, Kristen Stewart clava su personaje de Bella, tan impaciente y torpe que a veces dan ganas de abofetearla, Robert Pattinson, que no tiene mucho metraje la verdad, hace lo que puede con este simple personaje, y es que al chico se le ve madera de buen actor que se la introducido en una saga que debe estar deseando acabar, y Taylor Lautner se conforma con pasar frio sin camiseta y enseñar musculito.
¿Qué se puede decir de Luna Nueva? Pues su mayor virtud es no engañar a nadie, no vamos a ver un trailer y luego salir decepcionados de la sala de cine. Lo que promete, es lo que ofrece. Jacob quitándose la camiseta para enseñar cuerpo, Edward acercándose lentamente con música de rock, besos adolescentes, peleas entre lobos parecidos a Lassie y un extra de potingue blanco para todo actor que sea vampiro. Chris Weitz, el irregular director, alarga el metraje hasta más allá de las dos horas, donde se nota que sobran escenas a mansalva para luego, de repente, plantarnos un final a toda prisa que deja cojeando toda la parte central de la trama. Y eso que todavía quedan dos partes más.
Podría seguir extendiéndome en divagaciones pero creo que será mejor resumirlo todo en dos aspectos: si os gustó Crepúsculo os, os gustará Luna Nueva. Si Crepúsculo os pareció una ñoñería, aquí la encontraréis elevada al cubo. Decía Gustavo Bueno que tenemos la televisión y el cine que nos merecemos. Pues creo que está en lo cierto. Disfruten los fans, les han hecho una obra que ni pedida por encargo.