Remy es una rata muy peculiar, cuyo desarrollado sentido del olfato le ha hecho adorar la comida de una forma que causa recelo entre su familia. El sueño imposible de Remy es seguir los pasos del famoso chef parisino Gusteau, cuyo lema era "cualquiera puede cocinar". Tras un accidente, Remy se ve separado de su familia y solo en París, donde acaba en un restaurante donde su sueño puede convertirse en realidad. Para ello solo necesita de la ayuda del patoso fregaplatos Linguini...
Para inspirarse de cara a la creación de sus personajes y sus gestos, los animadores visionaron muchísimas películas francesas, y entre ellas los más grandes actores franceses fueron sus reclamos: los Brigitte Bardot, Serge Gainsbourg e incluso Charles de Gaulle...