Ghost Dog: El Camino del Samurái

El camino del samurái se encuentra en la muerte: Se debe meditar sobre la muerte inevitable.Cada día con el cuerpo y la mente en paz se debe pensar en ser despedazado por flechas, rifles, lanzas y espadas. En ser arrastrado por rugientes olas, en ser arrojado al corazón del fuego, el ser fulminado por un rayo, aplastado hasta la muerte por un terremoto, en caer desde un acantilado de 10.000 metros, en morir por enfermedad o al cometer sepukku al morir tu maestro. Y cada día, sin excepción, uno debe considerarse muerto... ésta es la esencia del camino del samurái.

Es malo que una cosa tenga dos significados, no se debe buscar nada más en el camino del samurái. Lo mismo puede decirse de cualquier otro camino. Si se comprende que esto es así se pueden conocer todos los caminos y ser mas consecuente con el propio.

La definición en pocas palabras de la condición del samurái. Es,ante todo dedicarse en cuerpo y alma a servir a tu maestro. No olvidarse de tu maestro es lo más importante para un siervo.

Es bueno ver el mundo como si fuera un sueño. Si tienes una pesadilla te despiertas y dices que solo ha sido un sueño... dicen que el mundo en el que vivimos no es muy distinto a esto.

Los asuntos serios deben tratarse con ligereza. Los asuntos leves deben tratarse con mayor seriedad.

Según lo dicho por un anciano. Matar a un enemigo en el campo de batalla es como el halcón que mata a un pájaro. Aunque haya una bandada de mil pájaros no presta atención a ninguno que no sea aquel que ha señalado

Nuestro cuerpo recibe la vida de la nada. Existir donde no hay nada le da sentido a la frase "La forma es el vacío". Que todas las cosas provienen de la nada le da sentido a la frase "El vacío es la forma". No hay que pensar que esto sean 2 cosas distintas.

Con seguridad no hay nada más que el objetivo del momento presente. La vida de un hombre es una sucesión de momentos tras momentos. Si comprendes el momento presente no tendrás nada más que hacer ni nada más que perseguir.

Hay algo que puede aprenderse de una tormenta. Al encontrate con un chaparrón repentino intentas no mojarte y te pones a correr; aunque corras por debajo de las cornisas de las casas sigues mojándote. Si lo tienes claro desde el principio, no habrá sorpresas... aunque te mojarás igual. Este concepto se puede aplicar a todas las cosas.