Un grupo de chicos que rondan los quince años comparten un 'barrio' muy peculiar: la planta de traumatología de un hospital. Miguel Ángel, Izan, Dani y Jorge logran con su alegría desafiar el destino y hacer soportable su estancia en el centro. La vida continúa en ese microcosmos regido por hombres y mujeres de bata blanca. Aparte de las dietas hiposódicas, también hay pacientes nuevos que conocer, enfermeras de las que burlarse, incursiones nocturnas por los pasillos del hospital, partidos de baloncesto que disputarle al equipo de San Pablo...
3 días antes de que empezaran a rodar en el hospital que tenían concertado se les avisó de que ya no podían hacerlo. La razón: Necesitaban el hospital ante la posibilidad de que tuvieran que usarlo como hospital de campaña ante una posible hostilidad mundial (fue pocos días después del 11-S)