En apuros

Bradd Webb se encuentra pescando en un canal cuando ve a un joven llamado Shane Newson a punto de saltar de un puente. Mientras llama a la policía, recibe varios balazos que parecían dirigidos a Shane. Walter encuentra el arma asesina en un tejado y la lleva al laboratorio, mientras el equipo pone a Brad bajo custodia para protegerlo mientras investiga por qué querrían matarlo. El chico muestra síntomas de ansiedad y paranoia. Los forenses analizan el líquido ocular encontrado en la mira del rifle, que encaja con las muestras de un hombre llamado Dario Aquilar.